DevOps es una de las claves en la transformación digital de las empresas. Se trata de una de las maneras más elegidas por las compañías para optimizar los procesos de desarrollo de manera ágil. A su vez, permite contar con procesos caracterizados por la automatización, estandarización, escalabilidad, entrega continua y mejora de calidad de los productos de software.
Sin embargo, para cumplir estos criterios, es necesario industrializar el desarrollo de software basado en esta metodología. ¡Continúa leyendo el blog para enterarte los aspectos más importantes para lograr una eficiente industrialización de DevOps!.
DevOps: definición y metodología
El concepto DevOps se compone de los términos Development (desarrollo) y Operations (operaciones). Es una metodología de trabajo que implica la asociación y el esfuerzo conjunto de estos equipos. Una de las principales ventajas de esta filosofía es que agiliza los pasos desde que se concibe una idea para el desarrollo de software hasta que se implementa, pero sin comprometer la fiabilidad del producto.
Por lo tanto, para que se produzca de una manera eficiente, la comunicación entre los equipos es fundamental. De esa manera, se podrá construir una cultura DevOps en toda la empresa. Otro aspecto fundamental es la automatización de la mayor cantidad de procesos posibles.
Además de las mencionadas, entre las principales ventajas de fomentar una cultura DevOps, se encuentran:
Incrementar la rentabilidad al reducir el time to market.
Aumentar la productividad al automatizar tareas.
Optimizar la experiencia del usuario al centrar los procesos en las necesidades del consumidor final.
Teniendo en cuenta que DevOps es el camino tomado por múltiples empresas para optimizar los procesos de desarrollo, toma relevancia la industrialización de esta metodología. En efecto, algunos aspectos deben tenerse en cuenta para lograr este proceso de forma precisa.
Los 4 objetivos para la industrialización de DevOps
Garantizar la calidad del producto
Si bien el foco de la filosofía DevOps está en la automatización y reducción de tiempos en el desarrollo de una idea de software, la base es mantener la calidad del producto. Lo que sucede en muchas ocasiones es que, al contar con tiempos reducidos, el apuro en agilizar los procesos repercute en la calidad del resultado final. Y, como consecuencia, son lanzadas al mercado aplicaciones incorrectamente finalizadas.
Este es un error importante a tener en cuenta, sobre todo si se parte de que la experiencia del usuario debe ser la piedra angular de los desarrollos de software. Esto es así, ya que la intención principal de cualquier idea de software es cubrir una necesidad insatisfecha del cliente.
Por supuesto que si el resultado no convence a los usuarios, se habrán utilizado recursos y tiempo en vano. Además, volver a implementar el desarrollo implica un aumento no previsto en los costos.
Mantener seguridad y fiabilidad del proceso y del producto
El objetivo detrás de un proyecto es responder eficientemente a la necesidad que dio origen al trabajo de los desarrolladores. Para ello, la fiabilidad del producto para cumplir su objetivo debe ser una condición asegurada por los equipos de DevOps.
En este sentido, la automatización de tareas posibilitará que el esfuerzo del equipo se centre en la eficiencia del producto a desarrollar. Además, para que esta condición se cumpla de forma adecuada, la organización debe cumplir con los procesos de manera segura y sin riesgos.
Lograr un desarrollo sostenible y escalable
Impulsar una cultura DevOps industrializada en cualquier empresa conlleva pensar en el desarrollo a largo plazo. Y, por ese motivo, es indispensable realizar trabajos que permitan cubrir las necesidades del cliente de una manera ágil y eficiente, pero con perspectiva para no comprometer las posibilidades de las generaciones futuras.
En suma, la clave es considerar la importancia de la sostenibilidad en todos los procesos. Además, al ser éste un criterio valorado, mantener este mindset repercutirá en una mayor confianza por parte de los clientes. Y esto trae aparejada la posibilidad de desarrollar un modelo de negocio que permita escalar, y lograr así un mayor éxito comercial.
Buscar un modelo usable y mantenible
La última de las claves para la industrialización de la metodología DevOps implica buscar un modelo de producción de software usable y mantenible.
En relación a esto, y a la automatización de tareas, los expertos aseguran que, al utilizar herramientas basadas en código, se reduce el trabajo de creación de una documentación específica. De esta manera, los desarrolladores pueden centrarse en la llevada a cabo de la solución de software adecuada para la necesidad insatisfecha del cliente en cuestión.
Industrializar DevOps para cumplir objetivos de negocio
Más allá de las tecnologías y herramientas que requiere, lo fundamental de la metodología DevOps es que se enfoca en el negocio. Por lo tanto, la agilidad indispensable en este tipo de procesos está orientada a la reducción del time to market del producto (sin descuidar la calidad del mismo) y a acercar la tecnología al negocio.
Así, la industrialización de DevOps influirá en un alcance más eficiente de los objetivos comerciales y traerá aparejadas ciertas ventajas. Algunas de ellas son una mayor velocidad en el retorno de inversión, mejor experiencia del usuario, mayor capacidad de innovación y mayor rentabilidad al disminuir algunos costos, entre otras.
El modelo DevOps en ASAP Consulting
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