Por ASAP Consulting
Un plan estratégico define el horizonte de nuestra organización, los proyectos que queremos realizar, el mercado al que queremos apuntar, los objetivos a perseguir y cómo vamos a lograrlo.
Un buen plan va a posibilitar:
- Hacer uso efectivo de los recursos
- Tener una clara dirección
- Identificar oportunidades y riesgos
- Lograr los objetivos propuestos
En un mundo en el que la innovación se ha vuelto la norma, las industrias han comenzado a apostar por cambios que muchas veces no entienden.
Esto hace que les cueste lograr los objetivos y fracasen en su estrategia.
Algunos puntos que debemos considerar para que no fracasen las estrategias definidas son:
Tener una clara dirección
Se deberá tener un claro horizonte y poder responder a las siguientes preguntas, ¿hacia donde vamos?, ¿por qué existimos?, ¿cómo queremos estar en 3 años?
Saber cómo decir no
Entender las distintas iniciativas será fundamental. Tener una clara visión de los proyectos, cuáles han fracasado. Entender los motivos del fracaso y si le hemos dicho SI a todo
Entender la necesidad de priorizar y asignar recursos
Entender cuáles son las iniciativas principales y fundamentales para el negocio. Todas estas iniciativas ¿cuentan con los recursos necesarios para llevarlas a cabo?
Están los mejores recursos asignados al área que más ganancia genera en la compañía
Diversificar
Al revisar todas las iniciativas, ¿están todas concentradas o se tienen en cuenta diferentes productos, mercados, áreas y procesos?
Revisar periódicamente de la estrategia
Entender que hay que revisar los planes estratégicos al menos una vez al año. Identificar nuevos negocios, cambios en mercados y oportunidades.
ASAP ayuda a que los ejecutivos puedan llevar adelante los objetivos propuestos en su planificación estratégica.